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lunes, 1 de febrero de 2016

LA RAZONABILIDAD EN CONTABILIDAD

Razonable

INTRODUCCIÓN

Éste es un concepto usado comúnmente en contabilidad y a la vez extremadamente desconocido.

Normalmente la contaduría ha sido muy criticada por usar este concepto, cuando decimos que los estados financieros presentan RAZONABLEMENTE la situación financiera de una entidad, es común pensar que lo que hacemos es escudarnos en este concepto para no responsabilizarnos de los errores u omisiones que pudieran tener los estados financieros. ¡Qué lejos está esto de la realidad!

Al mencionar a los estados financieros es obligatorio usar este concepto ya que los estados financieros nunca pueden ser exactos, la contabilidad, aunque registra situaciones pasadas, las cuales deben ser exactas, no puede estimar con exactitud el desenlace que tendrán esas operaciones en el futuro. Es decir, es imposible conocer con exactitud si los activos tendrán una recuperación en efectivo que cubra el importe registrado en el pasado, ni sabrá si los pasivos finalmente se pagarán exactamente con los importes reconocidos por el pasado, que por lo tanto afectan el valor del patrimonio a esa misma fecha, pudiendo tener desenlaces muy diferentes.

Lo que sí es obligación del experto (contador público), es tener la mejor estimación de esos recursos reflejados en el activo y en el pasivo, situación que sólo la puede determinar por su experiencia y el conocimiento profundo que debe tener de la entidad sobre la que emite o revisa los estados financieros.

PROBLEMÁTICA

Veamos por qué los estados financieros están basados es estimaciones, mismas que no pueden ser determinadas a la ligera, sino con base en esos amplios conocimientos que debe tener quien los elabora o los revisa, por ello debe ser responsabilidad de un profesional que tenga una amplia experiencia, un conocimiento profundo de la contabilidad y de la entidad en cuestión.

Todos los renglones de los estados financieros están sujetos a un efecto futuro que tal vez deba ser reconocido en el momento de su emisión:

Cuentas por cobrar: surge de una salida de recursos entregada a un tercero, eso se determina en el momento de la transacción y es fácil su valuación, el problema está en estimar si será recuperable al 100%, ya que si por alguna razón no es recuperable al 100%, esa baja de valor es necesario reconocerla, a través de una estimación, en el momento de conocerse.

Inventarios: surge de la compra de materias primas y materiales, se paguen o no, si se pagan existe una salida de recursos, o si no, de la contratación de un pasivo en el momento de la transacción; también es fácil valuarla, ya que se tienen los elementos para ello, el problema también es saber si podremos recuperar dicha inversión el 100%, ya que si no, tendremos que castigar su valor y reconocer la pérdida, en el momento en el que se dan las condiciones para ello.

Pagos anticipados: igualmente, el problema está en valuar adecuadamente la parte del activo que generará beneficios en el futuro o ahorrará erogaciones ya que su beneficio se obtendrá en el momento de su aplicación a resultados.

Activo fijo y activos intangibles: aquí el problema es un poco más profundo, la inversión original tampoco debe ofrecer mayores complicaciones, sin embargo, el saldo que se va obteniendo debe ser congruente con el uso real del bien, el valor de rescate para cuando ya no sea útil para la entidad, valores que es necesario revisar constantemente, de tal forma que representen un saldo que vaya de acuerdo tanto con su recuperación futura en efectivo, a través de las ventas o su venta y refleje periódicamente el costo directo más aproximado a su realidad según el uso esperado. Aquí, en estos conceptos son más las estimaciones que deben hacerse, además de que tienen más variables, y estas estimaciones es necesario hacerla desde la adquisición del activo.

Del otro lado del balance tenemos probablemente un poco más de problemas, cuando los pasivos son determinados por la recepción de recursos, por ejemplo los préstamos en efectivo o a cambio de otros activos como inventarios, pagos anticipados, activos fijos u otros, es fácil su determinación inicial y hasta probablemente su valuación posterior. En estos casos lo importante es detectar que todos esos pasivos se hayan reconocido oportunamente y por los valores exactos basados en los acuerdos que se hayan hecho con el acreedor.

Existen otros pasivos que son de mayor dificultad, todos aquellos que se generan en el tiempo y que en muchas ocasiones se desconocen, por ello es necesario conocer a la entidad con profundidad para estar en condiciones de detectarlos y por lo tanto también de valuarlos, tal es el caso de los gastos por pagar (pasivos acumulados) y las provisiones, que son gastos incurridos y que deberán, tarde o temprano que pagarse y que por lo tanto representan deudas en el momento de haberse incurrido en ellas.

Todas estas valuaciones posteriores a la transacción original son estimadas, y dicha estimación no debe hacerse a la ligera, si no, la contabilidad o la información financiera pierden utilidad, y no servirían de nada.

Todo esto se basa en la “Asociación de costos y gastos con ingresos”(1) que siempre ha existido, anteriormente se incluía en el principio de “Período contable”, pero llámese como se llame, siempre ha sido un elemento de suma importancia en la contabilidad y en la información financiera.

Ahora bien, no importa qué tipo de mantenimiento de capital se pretenda tener, físico o financiero, las estimaciones deben hacerse invariablemente, si bien son más intensas en el mantenimiento físico del capital, no dejan de ser necesarias en el mantenimiento financiero.(2)

Estos elementos son los que obligan, al firmar estados financieros, la mención de su razonabilidad, ya sea en la elaboración o en la revisión;, los estados financieros siempre serán razonables no exactos.

Implicaciones en la elaboración de los estados financieros

Para que los estados financieros sean razonablemente correctos deben incluir TODAS las operaciones que haya llevado a cabo la entidad, para cumplir con el postulado básico de “Devengación contable”.

Bajo este postulado es indispensable que quien firme la elaboración de los estados financieros esté plenamente consciente de su responsabilidad en la captación del 100% de las operaciones llevadas a cabo por la entidad, así como de los pasivos generados, desde ningún punto de vista es aceptable que argumentara el hecho de que alguien pudo haberle ocultado información, es obligación del emisor (preparador), cerciorarse e instrumentar acciones para detectar posibles omisiones.

Por otra parte, para estar en condiciones de aseverar la razonabilidad de los estados financieros, se deben llevar a cabo las valuaciones correspondientes con base a las normas o lineamientos en uso en la preparación de los estados financieros, se presenten conforme a dicha norma o lineamientos y se revelen todas las circunstancias que dichas bases establezcan así como las que el preparador considere necesarias en las circunstancias.

Cualquier falta a estos elementos no permitiría que se asegure la razonabilidad de los estados financieros.

Implicaciones en la revisión de los estados financieros

El auditor además de hacer pruebas para cerciorarse que el elaborador cumplió con los requisitos expuestos anteriormente, deberá:

Hacer otras pruebas para cerciorarse de que todas las operaciones que llevó a cabo la entidad están reflejadas en los estados financieros.

La auditoría de los estados financieros por razones obvias debe hacerse a través de pruebas selectivas, no es lógico revisar el 100% de las operaciones, además de ocioso e inútil, pero al analizar la información el auditor debe cerciorarse de que la muestra que sirva de base para su revisión sea realmente REPRESENTATIVA del universo, es decir, deberá tener una ALTA seguridad de que los estados financieros representen realmente la situación financiera razonablemente.

No es justificable tampoco el argumento de la ocultación de información, la mala valuación o la presentación errónea.

La muestra si bien no puede reflejar la certeza de todas las operaciones si debe tener una alta probabilidad de que refleje al universo y no solo una parte de él.

Durante los últimos años me he dedicado a dar cursos, razón por la que me atrevo a hacer la siguiente aseveración: regularmente se tiene la creencia por parte de los auditores de que la razonabilidad de los estados financieros expresada en su dictamen se refiere al riesgo inherente en auditoría de no poder ver el 100% de las operaciones por basar su revisión en pruebas selectivas; es decir en determinar muestras del universo con base una selección que se hace de las operaciones basado en una muestra del universo, considerando que entonces su revisión es vulnerable.

No es así, desde luego que existe un riesgo, sin embargo ese riesgo es medible si se aplican técnicas adecuadas de muestreo y aplicar estas técnicas es obligación del auditor, por lo que no puede escudarse en este riesgo si no se detecta algo importante.

Además, ¿qué utilidad real puede tener un dictamen sobre los estados financieros si el auditor no se está comprometiendo con el 100% de los estados financieros revisados?, la auditoría pierde así toda credibilidad y sería inútil.

CONCLUSIONES

La dificultad de la contabilidad no se refiere exclusivamente a saber en qué momento registrar, el valor de registro y los cambios posteriores y la presentación adecuada de la información a través de los estados financieros, situaciones que de por sí no son fáciles; esto se resuelve con conocimientos de las normas y lineamientos, así como un profundo conocimiento de la entidad y sus operaciones. Otros aspectos difíciles son las estimaciones, todos los renglones de los estados financieros están sujetos a estimaciones, las cuales requieren de técnicas, experiencia y de conocimientos que son indispensables.

Otro aspecto difícil en la elaboración de los estados financieros es el de tener la seguridad de que TODAS las operaciones llevadas a cabo por la entidad estén reconocidas en los estados financieros.

Tanto el elaborador como el revisor de los estados financieros tienen estas obligaciones profesionales, ambos deben hacer pruebas, conciliaciones y aplicar técnicas específicas para localizar estas posibles omisiones.
La contabilidad y la auditoría por eso no son fáciles, requieren de altos conocimientos además de mucha experiencia y conocimiento profundo de la entidad a la que se refieren.

Por ello no puede ser aceptable escudarse en la razonabilidad de los estados financieros con argumentos que desvirtúan la labor profesional de la contaduría pública.

Contabilidad: el contador, informador, debe estar sumergido en la operación de la entidad, para así comprender su enfoque e interpretar adecuadamente las operaciones y asegurarse del registro oportuno de ellas.


Auditoría: las bases de la determinación de las muestras (pruebas selectivas) deben tener bases apropiadas, no es válido que las pruebas se diseñen por la pura experiencia e intuición del auditor, lo que puede provocar faltas graves por los riesgos inherentes que ello puede tener. Es indispensable que el auditor, además de su experiencia e intuición, base sus pruebas y alcances en conceptos más técnicos y científicos, como el muestreo estadístico, el cual maneja las probabilidades, que están científicamente comprobadas y que le deben llevar a tener mayor seguridad de que efectivamente son representativas del universo a revisar, y así estar en condiciones de mencionar la razonabilidad de los estados financieros.

(1) Ver en este blogg "Asociación de costos y gastos con engresos - 2013 enero)
(2) Ver en este blogg "Valor de la entidad vs valor para la entidad - 2012 agosto)

2 comentarios:

  1. EXCELENTE ENFOQUE POR LA PERSPECTIVA COMPLETA DEL SIGNIFICADO DE "RAZONABILIDAD DE LOS ESTADOS FINANCIEROS" POR CUANTO CORRESPONDE AL CONTADOR CONOCEDOR DE LA REALIDAD DE LA ENTIDAD INTERPRETAR ADECUADAMENTE LAS OPERACIONES ASEGURÁNDOSE QUE EL REGISTRO DE LAS OPERACIONES SE REALICEN DE MANERA OPORTUNA.

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