Razonable
INTRODUCCIÓN
Éste es un
concepto usado comúnmente en contabilidad y a la vez extremadamente
desconocido.
Normalmente
la contaduría ha sido muy criticada por usar este concepto, cuando decimos que
los estados financieros presentan RAZONABLEMENTE la situación financiera de una
entidad, es común pensar que lo que hacemos es escudarnos en este concepto para
no responsabilizarnos de los errores u omisiones que pudieran tener los estados
financieros. ¡Qué lejos está esto de la realidad!
Al
mencionar a los estados financieros es obligatorio usar este concepto ya que
los estados financieros nunca pueden ser exactos, la contabilidad, aunque
registra situaciones pasadas, las cuales deben ser exactas, no puede estimar
con exactitud el desenlace que tendrán esas operaciones en el futuro. Es decir,
es imposible conocer con exactitud si los activos tendrán una recuperación en
efectivo que cubra el importe registrado en el pasado, ni sabrá si los pasivos
finalmente se pagarán exactamente con los importes reconocidos por el pasado,
que por lo tanto afectan el valor del patrimonio a esa misma fecha, pudiendo
tener desenlaces muy diferentes.
Lo que sí
es obligación del experto (contador público), es tener la mejor estimación de
esos recursos reflejados en el activo y en el pasivo, situación que sólo la
puede determinar por su experiencia y el conocimiento profundo que debe tener
de la entidad sobre la que emite o revisa los estados financieros.
PROBLEMÁTICA
Veamos por
qué los estados financieros están basados es estimaciones, mismas que no pueden
ser determinadas a la ligera, sino con base en esos amplios conocimientos que debe
tener quien los elabora o los revisa, por ello debe ser responsabilidad de un
profesional que tenga una amplia experiencia, un conocimiento profundo de la
contabilidad y de la entidad en cuestión.
Todos los
renglones de los estados financieros están sujetos a un efecto futuro que tal
vez deba ser reconocido en el momento de su emisión:
Cuentas por cobrar: surge de una salida de recursos entregada a un tercero, eso se determina en el momento de la transacción y es fácil su valuación, el problema está en estimar si será recuperable al 100%, ya que si por alguna razón no es recuperable al 100%, esa baja de valor es necesario reconocerla, a través de una estimación, en el momento de conocerse.
Inventarios:
surge de la compra de materias primas y materiales, se paguen o no, si se pagan
existe una salida de recursos, o si no, de la contratación de un pasivo en el
momento de la transacción; también es fácil valuarla, ya que se tienen los elementos
para ello, el problema también es saber si podremos recuperar dicha inversión
el 100%, ya que si no, tendremos que castigar su valor y reconocer la pérdida,
en el momento en el que se dan las condiciones para ello.
Pagos
anticipados: igualmente, el problema está en valuar adecuadamente la parte del
activo que generará beneficios en el futuro o ahorrará erogaciones ya que su
beneficio se obtendrá en el momento de su aplicación a resultados.
Activo fijo
y activos intangibles: aquí el problema es un poco más profundo, la inversión
original tampoco debe ofrecer mayores complicaciones, sin embargo, el saldo que
se va obteniendo debe ser congruente con el uso real del bien, el valor de
rescate para cuando ya no sea útil para la entidad, valores que es necesario
revisar constantemente, de tal forma que representen un saldo que vaya de
acuerdo tanto con su recuperación futura en efectivo, a través de las ventas o
su venta y refleje periódicamente el costo directo más aproximado a su realidad
según el uso esperado. Aquí, en estos conceptos son más las estimaciones que
deben hacerse, además de que tienen más variables, y estas estimaciones es
necesario hacerla desde la adquisición del activo.
Del otro
lado del balance tenemos probablemente un poco más de problemas, cuando los
pasivos son determinados por la recepción de recursos, por ejemplo los
préstamos en efectivo o a cambio de otros activos como inventarios, pagos
anticipados, activos fijos u otros, es fácil su determinación inicial y hasta
probablemente su valuación posterior. En estos casos lo importante es detectar
que todos esos pasivos se hayan reconocido oportunamente y por los valores
exactos basados en los acuerdos que se hayan hecho con el acreedor.
Existen
otros pasivos que son de mayor dificultad, todos aquellos que se generan en el
tiempo y que en muchas ocasiones se desconocen, por ello es necesario conocer a
la entidad con profundidad para estar en condiciones de detectarlos y por lo
tanto también de valuarlos, tal es el caso de los gastos por pagar (pasivos
acumulados) y las provisiones, que son gastos incurridos y que deberán, tarde o
temprano que pagarse y que por lo tanto representan deudas en el momento de
haberse incurrido en ellas.
Todas estas
valuaciones posteriores a la transacción original son estimadas, y dicha
estimación no debe hacerse a la ligera, si no, la contabilidad o la información
financiera pierden utilidad, y no servirían de nada.
Todo esto
se basa en la “Asociación de costos y gastos con ingresos”(1) que siempre ha
existido, anteriormente se incluía en el principio de “Período contable”, pero
llámese como se llame, siempre ha sido un elemento de suma importancia en la
contabilidad y en la información financiera.
Ahora bien,
no importa qué tipo de mantenimiento de capital se pretenda tener, físico o
financiero, las estimaciones deben hacerse invariablemente, si bien son más
intensas en el mantenimiento físico del capital, no dejan de ser necesarias en
el mantenimiento financiero.(2)
Estos
elementos son los que obligan, al firmar estados financieros, la mención de su
razonabilidad, ya sea en la elaboración o en la revisión;, los estados
financieros siempre serán razonables no exactos.
Implicaciones en la elaboración de los estados financieros
Para que
los estados financieros sean razonablemente correctos deben incluir TODAS las
operaciones que haya llevado a cabo la entidad, para cumplir con el postulado
básico de “Devengación contable”.
Bajo este
postulado es indispensable que quien firme la elaboración de los estados financieros
esté plenamente consciente de su responsabilidad en la captación del 100% de
las operaciones llevadas a cabo por la entidad, así como de los pasivos
generados, desde ningún punto de vista es aceptable que argumentara el hecho de
que alguien pudo haberle ocultado información, es obligación del emisor
(preparador), cerciorarse e instrumentar acciones para detectar posibles
omisiones.
Por otra
parte, para estar en condiciones de aseverar la razonabilidad de los estados
financieros, se deben llevar a cabo las valuaciones correspondientes con base a
las normas o lineamientos en uso en la preparación de los estados financieros,
se presenten conforme a dicha norma o lineamientos y se revelen todas las
circunstancias que dichas bases establezcan así como las que el preparador
considere necesarias en las circunstancias.
Cualquier
falta a estos elementos no permitiría que se asegure la razonabilidad de los
estados financieros.
Implicaciones en la revisión de los estados financieros
El auditor
además de hacer pruebas para cerciorarse que el elaborador cumplió con los
requisitos expuestos anteriormente, deberá:
Hacer otras
pruebas para cerciorarse de que todas las operaciones que llevó a cabo la
entidad están reflejadas en los estados financieros.
La
auditoría de los estados financieros por razones obvias debe hacerse a través
de pruebas selectivas, no es lógico revisar el 100% de las operaciones, además
de ocioso e inútil, pero al analizar la información el auditor debe cerciorarse
de que la muestra que sirva de base para su revisión sea realmente
REPRESENTATIVA del universo, es decir, deberá tener una ALTA seguridad de que
los estados financieros representen realmente la situación financiera
razonablemente.
No es
justificable tampoco el argumento de la ocultación de información, la mala
valuación o la presentación errónea.
La muestra
si bien no puede reflejar la certeza de todas las operaciones si debe tener una
alta probabilidad de que refleje al universo y no solo una parte de él.
Durante los
últimos años me he dedicado a dar cursos, razón por la que me atrevo a hacer la
siguiente aseveración: regularmente se tiene la creencia por parte de los
auditores de que la razonabilidad de los estados financieros expresada en su
dictamen se refiere al riesgo inherente en auditoría de no poder ver el 100% de
las operaciones por basar su revisión en pruebas selectivas; es decir en
determinar muestras del universo con base una selección que se hace de las
operaciones basado en una muestra del universo, considerando que entonces su
revisión es vulnerable.
No es así,
desde luego que existe un riesgo, sin embargo ese riesgo es medible si se
aplican técnicas adecuadas de muestreo y aplicar estas técnicas es obligación
del auditor, por lo que no puede escudarse en este riesgo si no se detecta algo
importante.
Además, ¿qué
utilidad real puede tener un dictamen sobre los estados financieros si el
auditor no se está comprometiendo con el 100% de los estados financieros
revisados?, la auditoría pierde así toda credibilidad y sería inútil.
CONCLUSIONES
La
dificultad de la contabilidad no se refiere exclusivamente a saber en qué
momento registrar, el valor de registro y los cambios posteriores y la
presentación adecuada de la información a través de los estados financieros,
situaciones que de por sí no son fáciles; esto se resuelve con conocimientos de
las normas y lineamientos, así como un profundo conocimiento de la entidad y
sus operaciones. Otros aspectos difíciles son las estimaciones, todos los
renglones de los estados financieros están sujetos a estimaciones, las cuales
requieren de técnicas, experiencia y de conocimientos que son indispensables.
Otro
aspecto difícil en la elaboración de los estados financieros es el de tener la
seguridad de que TODAS las operaciones llevadas a cabo por la entidad estén
reconocidas en los estados financieros.
Tanto el
elaborador como el revisor de los estados financieros tienen estas obligaciones
profesionales, ambos deben hacer pruebas, conciliaciones y aplicar técnicas
específicas para localizar estas posibles omisiones.
La
contabilidad y la auditoría por eso no son fáciles, requieren de altos
conocimientos además de mucha experiencia y conocimiento profundo de la entidad
a la que se refieren.
Por ello no
puede ser aceptable escudarse en la razonabilidad de los estados financieros
con argumentos que desvirtúan la labor profesional de la contaduría pública.
Contabilidad:
el contador, informador, debe estar sumergido en la operación de la entidad,
para así comprender su enfoque e interpretar adecuadamente las operaciones y
asegurarse del registro oportuno de ellas.
Auditoría:
las bases de la determinación de las muestras (pruebas selectivas) deben tener
bases apropiadas, no es válido que las pruebas se diseñen por la pura
experiencia e intuición del auditor, lo que puede provocar faltas graves por
los riesgos inherentes que ello puede tener. Es indispensable que el auditor,
además de su experiencia e intuición, base sus pruebas y alcances en conceptos
más técnicos y científicos, como el muestreo estadístico, el cual maneja las
probabilidades, que están científicamente comprobadas y que le deben llevar a
tener mayor seguridad de que efectivamente son representativas del universo a
revisar, y así estar en condiciones de mencionar la razonabilidad de los
estados financieros.
(1) Ver en este blogg "Asociación de costos y gastos con engresos - 2013 enero)
(2) Ver en este blogg "Valor de la entidad vs valor para la entidad - 2012 agosto)
(1) Ver en este blogg "Asociación de costos y gastos con engresos - 2013 enero)
(2) Ver en este blogg "Valor de la entidad vs valor para la entidad - 2012 agosto)
EXCELENTE ENFOQUE POR LA PERSPECTIVA COMPLETA DEL SIGNIFICADO DE "RAZONABILIDAD DE LOS ESTADOS FINANCIEROS" POR CUANTO CORRESPONDE AL CONTADOR CONOCEDOR DE LA REALIDAD DE LA ENTIDAD INTERPRETAR ADECUADAMENTE LAS OPERACIONES ASEGURÁNDOSE QUE EL REGISTRO DE LAS OPERACIONES SE REALICEN DE MANERA OPORTUNA.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios
ResponderEliminar