Primeramente quiero aclarar que este postulado es el
derivado del PCGA denominado “Periodo contable”. Este principio curiosamente
que hablaba del periodo tenía como parte fundamental otro objetivo que el mismo
periodo, es decir, el periodo era lo menos importante del principio, analizaré
el por qué:
El enunciado iniciaba de esta forma: “La necesidad de conocer los resultados de operación y la situación
financiera de la entidad, que tiene existencia continua, obliga a dividir su
vida en periodos convencionales…”, si analizamos esta frase, nos percatamos
de que en realidad lo menos importante del concepto del periodo, es
precisamente el periodo; lo importante está en la necesidad de conocer la
posición financiera y los resultados de operación, traduciéndose en el balance
y en el estado de resultados.
La necesidad de conocer lo mencionado obliga a reconocer una
contabilidad sobre bases acumulativas, es decir a ver que circunstancias son
las que provocan un ingreso o un gasto y que por ende afectarán la posición
financiera.
Esto más bien nos lleva al siguiente cuestionamiento: ¿qué
tipo de contabilidad se tendría de no haber existido nunca el principio de
periodo contable?
Es decir, con este principio se enfatiza en la necesidad del
conocimiento de la posición financiera –balance –y resultado del operación
–estado de resultados –no teniéndose anteriormente, por lo que la contabilidad
podríamos imaginarnos sólo contemplaba el movimiento de efectivo, es decir
entradas y salidas de flujos de efectivo; por ello. consideramos que a partir
de aquí se dejó de tener una contabilidad de mero flujo de efectivo para
convertirse en acumulativa, en realidad la necesidad de conocer la posición
financiera y los resultados de sus operaciones tiene implicaciones de mucha
importancia, nos obliga a tener que reconocer en los estados financieros el
efecto futuro de los hechos del pasado.
El enunciado de “Asociación de costos y gastos con ingresos”,
al cual me referiré de aquí en adelante como Asociación dice lo siguiente:
Los costos y
gastos de una entidad deben identificarse con el ingreso que generen en el
mismo periodo, independientemente de la fecha en que se realicen.
El último párrafo del enunciado de “Periodo contable” decía:
“…En términos generales, los costos y
gastos deben identificarse con el ingreso que originaron, independientemente de
la fecha en que se paguen”
Como puede apreciarse dice lo mismo que ahora dice
Asociación, sin necesidad de recurrir al periodo, es importante la
identificación en el momento en el que se reconoce uno debe reconocerse el
otro, que desde luego caerá en el mismo periodo, siendo importante el momento,
no el periodo.
En la imagen siguiente he querido representar la vida
completa de una empresa, sus, por costumbre, 99 años de vida, desde su arranque
hasta su liquidación, situación que aunque hipotética es un objetivo, por un
lado tenemos la generación de dinero “$”, por otro la generación de utilidades
“U”.
Cada raya vertical representa un periodo, y en cada uno de
ellos se genera, por un lado la utilidad (U) del periodo y por otro la generación de efectivo ($) del
mismo periodo; mismos que regularmente no coinciden, ya que uno se determina
por la utilidad estimada sobre bases acumulativas de contabilización y la otra
por las entradas o salidas reales de efectivo.
En el estado de flujos de efectivo (NIF B-2) hacemos la
conciliación de estos dos conceptos, partiendo de la utilidad (U) para llegar a
la generación de efectivo ($).
En dicha conciliación eliminamos primeramente las “partidas
virtuales”, es decir:
1. depreciaciones y amortizaciones”,
2. reservas de activo (cuentas incobrables,
obsolescencia de inventarios y otras), y
3. provisiones de pasivo (mantenimientos,
garantías, obligaciones laborales y otras),
Posteriormente incorporamos los movimientos del capital
operativo (cuentas por cobrar a clientes, inventarios, activos diferidos por
pagos anticipados, proveedores, gastos por pagar y otros que sean meramente
operativos) y con todo ello determinamos la generación o distracción de
recursos líquidos (dinero - $) derivados de la operación.
Después incorporamos la generación o distracción de dinero
($) de las inversiones: que corresponden a todos los movimientos de las cuentas
del activo que están fuera de las operaciones de la operación.
Finalmente incorporamos la generación o distracción de
dinero ($) de los financiamientos: que corresponden a todos los movimientos de las
cuentas de pasivo y capital que están fuera de la operación.
Esta conciliación es necesario hacerla cada periodo, es
decir cada vez que se presentan estados financieros, como mínimo cada año o
ciclo operacional el que sea mayor.
Planteamientos:
1.
¿Durante la vida completa de la entidad, los 99
años, desde que inicia hasta que se liquida, la sumatoria de los flujos de
efectivo netos (Y), es decir los flujos positivos, generación de recursos y los
flujos negativos, distracción de recursos; es igual o diferente a la sumatoria
de la generación de utilidades o de pérdidas (X) durante toda la vida de la
entidad, los 99 años?
2.
Retomando la pregunta original ¿qué tipo de
contabilidad tendríamos si no hubiese existido el principio de periodo
contable?
Solución:
1.
El primer balance de una entidad surge con la
primera operación de una entidad, normalmente la aportación de los accionistas,
siendo el siguiente:
El último balance de a entidad debe ser, antes de liquidar a
los accionistas su capital, aportado y ganado, al finalizar la vida del ente,
al culminar sus 99 años de vida el siguiente:
Es decir, igual, sólo que con cantidades diferentes, mayores
si se ha ganado, menores si se ha perdido.
Todas las partidas del balance deben desaparecer o
compensarse y es hasta este momento en el que se igualan la utilidad con la
generación de efectivo. El objetivo de una empresa es generar riqueza, riqueza
que debe representar efectivo, si no sería virtual, no existiría, las partidas
del balance no son virtuales, simplemente reflejan la mejor estimación que podamos
hacer en cualquier momento para que el estado de resultados refleje en la
utilidad o pérdida la mejor expectativa del dinero que representará en el
futuro.
Por ello cada vez que hacemos un balance es indispensable
hacernos las siguientes preguntas: ¿cuál es la cantidad que por concepto de
cuentas por cobrar debemos reflejar en el balance?; respuesta: la mejor
estimación que en ese momento podamos hacer de la cantidad de efectivo que
recuperará la entidad. ¿Cuál es la cantidad de inventarios que se debe reflejar
en el balance?, respuesta: el costo incurrido considerando la mejor estimación
que podamos hacer en ese momento de los inventarios que puedan ser usados en la
actividad de la entidad y que generaran una entrada de efectivo mínima a ese
valor. ¿Cuál es la cantidad que por concepto de activos fijos debemos reflejar
en el balance?, respuesta: el costo de adquisición, menos la depreciación
acumula o deterioro del valor (conceptos de los que nos ocuparemos más
adelante), valor estimando que puede ser cubierto con los beneficios económicos
futuros que provocará, es decir, con la mejor estimación de que será cubierto
con los recursos en efectivo que generará en el futuro. ¿Cuál es la cantidad
que por concepto de algún pasivo debe incluirse en el balance?, respuesta: la
mejor estimación de las obligaciones ineludibles generadas hasta el momento de
las operaciones del pasado que provocarán una salida de beneficios de la
entidad en el futuro.
Como podemos apreciar, el balance siempre deberá reflejar
las mejores estimaciones de sus inversiones y obligaciones con los elementos de
los que se disponga en ese momento, derivados de las operaciones efectuadas
hasta ese mismo momento y su repercusión esperada en el futuro como entrada o
salida de beneficios: normalmente efectivo.
Por ello es indispensable retomar un concepto que desconozco
por qué ha desaparecido de nuestra normatividad, que no por ello deja de tener
vigencia y que sigue siendo de suma importancia: la “PROVISIONALIDAD”.
¿Qué es la provisionalidad?: todo el balance se basa en
estimaciones de la repercusión que en el futuro tendrán las operaciones
generadas hasta el momento de su fecha de representación. Ello quiere decir que
los estados financieros no pueden ser definitivos, sino PROVISIONALES, ya que están
elaborados con la mejor estimación del futuro de las operaciones pasadas. De
este concepto surge también el concepto de razonabilidad, los estados
financieros no pueden ser exactos, son razonables, en virtud de que están
sujetos a la mejor estimación que se tenga del desenlace de los activos y
pasivos.
Con ello todos los ajustes que se hagan a los valores del
balance repercutirán en el estado de resultados, convirtiendo a éste en la
mejor estimación, con lo elementos conocidos, de la posible generación de
recursos futuros, basados exclusivamente en los hechos pasados. Por ello la
contabilidad no ha reconocido, salvo algunas excepciones, las posibles
repercusiones futuras, sólo las pasadas, con la seguridad de que los valores
determinados hasta el momento se realizarán en el futuro.
Respuesta:
X = Y
2.
Por lo tanto de no haber surgido este principio
de contabilidad, ésta sería sólo de flujo de efectivo, es decir registraría las
entradas y salidas de efectivo, pero desconociendo la posible utilidad o pérdida
generada hasta ese momento, dejando su conocimiento sólo hasta la liquidación
de la entidad, perdiendo con ello la utilidad de los estados financieros.
Al final el resultado debe ser igual, sólo que la necesidad
de conocer la posición financiera y los resultados de operación no se
conocerían anticipadamente y difícilmente se podría conocer el rumbo que la
entidad lleve, estaría a la deriva.
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